DIA DEL AGUA 2016: Celebrando la vida

El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, más que un día simbólico para estos tiempos que corren de cambio climático y de malas costumbres sobre el uso de los recursos de agua dulce. Tal vez por eso este día fue creado desde la ONU, en 1993, para crear un espacio de debate anual sobre un tema que para muchos habitantes del planeta pasa totalmente desapercibido en su día a día, mientras para el resto, es una necesidad diaria.

Además, aunque el planeta esté formado en su mayoría por agua, el agua apta para uso humano (dulce, potable y de fácil acceso) es una parte muy pequeña del total y su escasez no se debe sólo a las condiciones naturales de determinadas regiones, sino que tiene mucho que ver con el aumento de la población, el despilfarro y la contaminación.

"El agua y el trabajo" es el tema del Día Mundial del Agua 2016. Actualmente, casi la mitad de los trabajadores del mundo trabaja en sectores relacionados con el agua y la mayoría de los puestos de trabajo dependen de ella. Sin embargo, millones de personas que trabajan a menudo con el agua no son reconocidos ni protegidos por los derechos laborales básicos.

El tema del 2016 tiene como objetivo mostrar el poder de cómo la cantidad y calidad de agua, transforma la vida de las personas. El agua cambia los medios de vida de los trabajadores influyendo directamente en la transformación de las sociedades y las economías.

Hoy día el agua se considera una cuestión a tratar no solo a nivel mundial (con decisiones de estados que regulen normativas de uso o accesos universales) sino también a nivel individual (pequeños gestos cotidianos cuentan para crear una conciencia general que genere los grandes cambios globales).

Un par de cifras nos darán una idea de la magnitud del tema: 

• Cada día, cerca de 1.000 niños mueren a causa de enfermedades diarreicas prevenibles relacionadas con el agua y el saneamiento.
• Para 2050, al menos una de cada cuatro personas probablemente viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce.

Los países de la ONU han adoptado una nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con 17 objetivos para transformar nuestro mundo. El 6º objetivo hace referencia al "Agua y Saneamiento" (Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos) y las metas a alcanzar son entre otras: 

• Acceso universal y equitativo al agua potable, a un precio asequible para todos.
• Acceso equitativo a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y poner fin a la defecación al aire libre.
• Fin de la práctica de verter residuos en mares y ríos y aumento del reciclado y reutilización.
• Uso eficiente los recursos hídricos en todos los sectores y niveles.
• Apoyo a los países en desarrollo en sus programas de saneamiento de aguas: desalinización, aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos, el tratamiento de aguas residuales o tecnologías de reciclaje y reutilización.
• Antes de 2020, restablecimiento de bosques, montañas, humedales, ríos, acuíferos y lagos. 

Para los que en nuestro día a día contamos con agua de manera habitual, no podemos darnos cuenta cómo cambiaría nuestra rutina sin tener este recurso en cada hora de nuestra vida. Porque el agua es vida y, la diferencia entre vivir y no vivir, o vivir con calidad o medio vivir, la marca el agua.

Os dejo este breve vídeo de Oxfam Intermon donde una mujer del Chad nos cuenta su experiencia y cómo es su nueva existencia desde que vive con agua potable. Una vida nueva llena de esperanza...

Otra de las cuestiones que van asociadas al tema del agua y su acceso a la población es el uso de la misma en los conflictos armados. Este tema no es muy conocido pero ya es denunciado por algunas organizaciones internacionales que alertan de la manipulación de este recurso vital para doblegar a las partes más vulnerables de los conflictos.

Sobre esta repugnante arma de guerra ya se tienen noticias desde hace siglos y los mecanismos son bien simples: contaminar pozos con animales muertos o cadáveres de personas, desviar el curso de los ríos, destruir acueductos, sitiar ciudades privando de agua a la población civil, volar presas para desatar inundaciones...

En nuestro presente, este tipo de acciones la sufren diferentes puntos de conflictos como República Centroafricana, donde una de las prácticas habituales es la contaminación de los pozos con cadáveres. Según denuncia Oxfam Intermón, “durante el conflicto, cuando atacaban los barrios, tiraban los cuerpos de las víctimas a los pozos para que los habitantes no volvieran nunca a beber de esos pozos y así no volvieran al barrio”.

También en Gaza (conflicto que dura desde hace años) el agua está jugando un papel muy importante. Durante momentos del conflicto muchos habitantes de la franja han temido por sus vidas después de que Israel hubiera cerrado su territorio y prohibido la entrada de los productos necesarios para purificar el agua contaminada, como el cloro. Denunciaban que el agua que estaban obligados a beber ponía en peligro la salud de un más de un millón de personas y que les exponía a una muerte lenta ya que no era apropiada para el consumo.

Como último ejemplo citaré la guerra de Siria, la más mediática actualmente, que también esconde al agua como arma de guerra.   El Comité Internacional de la Cruz Roja denuncia que en ciudades como Alepo y Damasco la sociedad civil está padeciendo graves sufrimientos debido a cortes intencionales en el abastecimiento de agua y electricidad. Los cortes de suministro se han utilizado como táctica para presionar a la otra parte del conflicto.

Nada hay más injusto en este mundo que jugar con la existencia de los demás a través de sus necesidades básicas y sus derechos fundamentales. Por eso el post de hoy quiere abrir unos segundos de reflexión con este asunto tan trivial para nosotros pero esencial para millones de personas.

De pequeños gestos responsables diarios puede depender que se prolonguen los problemas de escasez y de mala gestión de este recurso. De un esfuerzo colectivo y una sensibilización global depende que se logre el  6º Objetivo de la Agenda 2030 o que el agua no sea un arma de guerra más.

De todos depende y depende de cada uno. 

Este año, para celebrar el Día Mundial del Agua, tú, ¿celebras la vida?