NEPAL: Cada segundo cuenta

El pasado fin de semana el país asiático de Nepal fue sacudido por un terremoto que llegó a 7,9 grados en la escala Richter. Las últimas estimaciones oficiales ya cifran la tragedia en más de 4000 fallecidos y miles de heridos. Se trata de la peor catástrofe natural que ha padecido este país desde 1934, cuando otro seísmo dejó cerca de 8.500 muertos. Además de las miles de personas muertas en Nepal, otras 90 murieron entre India y China.

Asimismo, un 80% de los templos y palacios milenarios de Nepal realizados de madera, ladrillo y adobe se ha venido abajo tras el enorme terremoto.



El Gobierno ha solicitado ayuda internacional urgente para dar respuesta a las necesidades de la población y afrontar las tareas de rescate, que se han visto obstaculizadas por las lluvias que han comenzado a caer sobre los escombros. Varios países han enviado ya su ayuda y la comunidad internacional se moviliza para hacer llegar toneladas de suministros y ayuda a la nación asiática. Las primeras Organizaciones No Gubernamentales también se han puesto a trabajar para salvar las vidas humanas que se puedan y pensar, más tarde, en la reconstrucción. 

Otro punto de vital importancia es que la población se mantenga alerta durante las próximas 48 horas ante la posibilidad de que haya réplicas y se terminen de derrumbar edificios afectados, por lo que se producirían caídas de postes y muros. El seísmo causó el colapso de muchos edificios de la capital, Katmandú, sobre todo en el extrarradio, donde se encuentran los barrios más pobres. De los que quedan en pie, muchos tienen graves problemas de estabilidad.

Se espera que la cifra de fallecidos vaya subiendo en las próximas horas, ya que hay muchas personas que ha quedado enterradas bajo las montañas de escombros, por lo que las primeras horas de asistencia a las víctimas es básica. Es fundamental para salvar vidas.



El terremoto ha evidenciado las carencias de recursos humanos y de medios en atención sanitaria del país, que están desbordados por el gran número de heridos dejados por el terremoto: el país tiene 2,1 médicos y 50 camas de hospital por cada 10.000 habitantes.

Los problemas más urgentes derivados del seísmo son las comunicaciones, que se han visto gravemente afectadas, y los cortes en el suministro eléctrico, que ya padece el país de modo crónico, se han agudizado.

Otro de los grandes problemas potenciales en Katmandú es la falta de agua potable. El suministro de agua corriente ha dejado de funcionar y la embotellada ya escasea. Hay también temor a que puedan extenderse las enfermedades contagiosas.

El seísmo representa un duro golpe para Nepal en momentos difíciles. El país, encajado entre India y China y sobre algunas de las montañas más altas del mundo (el Everest también ha sepultado muchas vidas en esta catástrofe), trata de superar la crisis causada por el asesinato de la mayor parte de la familia real en 2001 perpetrado por del príncipe heredero antes de suicidarse. En 2008 la monarquía quedó abolida tras una rebelión maoísta. El Gobierno actual ha tratado de diversificar su economía, dependiente del turismo y la agricultura, y ha ensayado un acercamiento hacia China, sin dejar atrás sus tradicionales lazos con India. 



Con media población viviendo por debajo del umbral de la pobreza (2$ al día) este terremoto supone un duro golpe a su intento de recuperación.

Es aquí donde entra el trabajo de la ayuda internacional (gobiernos, foros internacionales y ongs) para salvar vidas de una manera inmediata y, a largo plazo, reconstruir esas vidas y mejorarlas. En algunos casos, las catástrofes naturales son cíclicas, pero podemos sentar las bases para que, si vuelven a repetirse, no tengan consecuencias tan graves y devastadoras.





Desde el minuto uno, Oxfam evaluó la situación y comenzó a enviar ayuda de urgencia desde sus oficinas más cercanas. Ya ha salido ayuda desde España y ya están en el país salvando vidas. 

Como sabéis soy voluntaria de Oxfam Intermón y conozco cómo trabajan y siempre alabo su manera de actuar porque relamente cambian vidas. Pero en esta ocasión, no sólo cambian vidas, las salvan, las sacan de los escombros, les dan agua para beber y un techo para dormir. Mañana, cuando estén a salvo, les darán además herramientas para que se vuelvan a hacer sus casas, sus pueblos y sus rutinas... Para que vuelvan a vivir.

Cada segundo cuenta, y es una cuenta atrás que no espera a nadie...

Envía AYUDA al 28018*

Sobre la donación vía SMS
Por cada SMS enviado al 28018, Oxfam Intermón recibirá 1,20€. Colaboran Movistar, Orange, Vodafone y Yoigo. Para mayores de 18 años. Servicio prestado por Grupo Monsan. Apdo. 287, 08184 Barcelona. 900 845 452, info@OxfamIntermon.org. Coste del SMS: 1,20€.